Por suerte, comenzar a reciclar es muy sencillo, tan solo se necesita que nos informemos al respecto y que comencemos a implementar medidas en nuestra cotidianidad. En Fincador te proponemos un reto: ¡empieza a reciclar!.
Primero, necesitarás tener tantos cubos de basura como tipos de materiales se pueden reciclar. Es decir, tendrás que separar los elementos que pueden reutilizarse de los que no.

Azul: papeles y cartones

En el contenedor azul procura que solo se desechen elementos de papel o cartón. Entre estos destacan las bolsas de papel, cajas de cartón, carpetas, folios usados, libretas, sobres, periódicos y hueveras de cartón. No arrojes fotografías, papel higiénico, papel de cocina ni servilletas ni envases de más de un material.

Amarillo: envases de plástico

Aquí tiraremos los elementos como botellas plásticas, envases de productos lácteos, hueveras plásticas, papel de aluminio, latas de bebidas y conservas, recipientes de productos de limpieza, bolsas de plástico y platos y vasos desechables. Evita las latas de aerosol vacías, plumas, calculadoras, cepillos de dientes, biberones, juguetes y calderos o sartenes de cocina.

Verde: vidrio

Este es uno de los cubos más delicados. Coloca una bolsa plástica en el contenedor antes de comenzar a recolectar. Solo puedes tirar botellas de vidrio, frascos de conservas, recipientes de vidrio y tarros de cosmética y perfumería. En cambio, ni se te ocurra arrojar bombillas, vidrios de ventanas, espejos, frascos de medicamentos, gafas, tubos fluorescentes, vasos, copas de cristal, jarrones y tazas de porcelana.

Gris: elementos orgánicos

Este contenedor es el que recogerá todos los elementos que no podemos tirar en los otros tres cubos. Está destinado a almacenar lo no reciclable, como es el caso de los productos de porcelana o cerámica, los pañales, los cristales, los restos de alimentos, el papel higiénico, las servilletas y las fotografías.

¿Lo ves? ¡no es tan difícil!